NINGÚN elemento ha sido asociado asociado con
el Satanismo tanto como la misa negra. El decir
que la más blasfema de todas las ceremonias
religiosas no es mas que una invención literaria es, de
hecho, una afirmación que necesita evaluarse .pero
nada podría ser mas cierto.
El concepto popular de la misa negra es el
siguiente: Un sacerdote excomulgado se halla ante un
altar que consiste en una mujer desnuda, sus piernas
abiertas de par en par y su vagina expuesta,
sosteniendo con cada uno de sus puños cerrados una
vela negra hecha de la grasa de niños sin bautizar y
reposando sobre su vientre un cáliz que contiene la
orina (o la sangre) de una prostituta. Sobre el altar
cuelga una cruz invertida, y hostias triangulares
hechas de pan quemado o de nabo ahumado son
bendecidas metódicamente a medida que el sacerdote
las unge obedientemente deslizándolas dentro y fuera
de los genitales de la mujer que sirve de altar. A
continuación, se nos dice, se hace una invocación a
Satán y a varios demonios, seguida por una cantidad
impresionante de oraciones o salmos cantados al
revés o repletos de obscenidades intercaladas... todo
ello realizado dentro de los confines de un
pentagrama .protector. trazado en el suelo. Si el
Diablo aparece, lo hace invariablemente bajo la forma
de un hombre bastante deseoso que sobre sus
hombros porta la cabeza de un chivo negro. A
continuación sigue un popurri de flagelaciones,
quema de libros de oración, cunnilingus, felaciones, y
besuqueo general de cuartos traseros .todo hecho
teniendo como trasfondo recitaciones obscenos de la
Sagrada Biblia y expectoraciones continuas bastante
audibles sobre la cruz! Si durante el ritual puede
sacrificarse un bebé, tanto mejor; porque como todo
el mundo sabe, éste es el deporte favorito del
Satanista!
Si esto suena repugnante, entonces es fácil
entender el éxito que tuvieron los reportes sobre misas
negras en mantener a los fieles devotos en el seno de
la iglesia. Ninguna persona .decente., al enterarse de
tales blasfemias, podría dejar de tomar partido por los
inquisidores. Los propagandistas de la iglesia hicieron
bien su trabajo, informando al público a su debido
tiempo de las herejías y actos horrendos de los
paganos, cátaros, bogomilos, templarios y muchos
otros quienes, debido a sus filosofías dualistas y su
.a veces. lógica Satánica, tenían que ser
erradicados.
Las historias de niños sin bautizar que eran
robados por Satanistas para utilizarlos en su misa no
sólo fueron métodos de propaganda bastante
efectivos, sino que también proveyeron a la Iglesia de
una fuente constante de ingresos, mediante
contribuciones de los feligreses por concepto de
bautismos, cuando las preocupadas familias corrían a
bautizar sus hijos para que no se los llevaran.
Ninguna madre cristiana, al escuchar de los
diabólicos secuestros, se abstendría de bautizar a sus
hijos, y mientras más rápido, mejor.
Otra faceta de la naturaleza del hombre quedaba
patente en el hecho que el escritor o artista de
pensamientos lascivos podía ejercitar sus preferencias
más obscenas al retratar las actividades de los
herejes. El censor que vigila toda la pornografía para
saber de qué tiene que advertir y proteger a otros es el
equivalente moderno del cronista medieval de los
actos obscenos de los Satanistas (y por supuesto, sus
equivalentes periodísticas modernas). Se cree que la
más completa biblioteca de pornografía del mundo ¡es
propiedad del Vaticano!
El besar el trasero del Diablo durante la misa
negra tradicional es fácilmente reconocible como el
antecesor del término moderno utilizado para
describir a quien obtiene algún beneficio material
halagando el ego de otro. Como todas las ceremonias
Satánicas se realizaban teniendo como objetivo cosas
reales y materiales, el oscularum infame, (o beso de
la vergüenza) era considerado un requisito simbólico
para el éxito terrenal, más que espiritual.
La creencia popular es que siempre se ha llamado
misa negra a la ceremonia o servicio Satánico. Una
misa negra no es la ceremonia mágica practicada por
Satanistas. El Satanista sólo hará uso de una misa
negra como una forma de psicodrama. Además, una
misa negra no implica necesariamente que quienes la
lleven a cabo sean Satanistas. Una misa negra es
básicamente una parodia del servicio religioso de la
Iglesia Católica Romana, pero puede ser aplicada
libremente como sátira a cualquier ceremonia
religiosa.
Para el Satanista, la misa negra, en su blasfemia
de ritos ortodoxos, no es más que una redundancia.
Los servicios de todas las religiones establecidas son
en realidad parodias de antiguos rituales celebrados
antaño por los adoradores de la tierra y la carne. En
un intento de desexualizar y deshumanizar las
creencias paganas, los responsables de las creencias
espirituales posteriores encubrieron el significado
verdadero que había tras los rituales bajo blandos
eufemismos que hoy se tienen por .misa verdadera..
Aún si el Satanista fuera a pasársela celebrando una
misa negra cada noche, no sería una parodia más
grave que la del piadoso feligrés que asiste
compulsivamente a su propia .misa negra. .su
burla de los honestos y emotivos ritos de la
antigüedad pagana.
Cualquier ceremonia considerada una misa negra
debe ser ofensivo, indecente y ultrajante, ya que esta
parece ser la medida de su éxito. En la Edad Media,
blasfemar contra la santa iglesia era algo indecente.
Sin embargo, la Iglesia no presenta hoy en día la
imponente imagen que tenía durante la Inquisición.
La misa negra tradicional ya no es el espectáculo
ultrajante que una vez fue para el diletante o
sacerdote excomulgado. Si el Satanista desea crear un
ritual con propósitos de psicodrama para blasfemar
una institución aceptada, será cuidadoso al escoger
una a la que no esté de moda parodiar. De esta
manera, estará parándose sobre una vaca sagrada.
Hoy en día, una misa negra consistiría en
blasfemar temas tan .sagrados. como el misticismo
oriental, la psiquiatría, el movimiento psicodélico, el
neoliberalismo, etc. Se defendería el patriotismo, las
drogas y sus gurús serían vapuleados, se deificaría a
los militantes aculturales, y podría dársele un
empujón Satánico a la decadencia de las teologías
eclesiásticas.
El magus Satánico siempre ha sido el catalizador
de la dicotomía necesaria para modelar las creencias
populares, y en este caso una ceremonia de la misma
naturaleza que una misa negra puede servir para un
propósito mágico de largo alcance.
En el año 1666, ocurrieron en Francia ciertos
acontecimientos bastantes interesantes. Al fallecer
François Mansart, el arquitecto del trapezoide, cuya
teoría geométrica se convertiría en el prototipo de la
casa encantada, se construía, según sus planos, el
Palacio de Versalles. La última de las glamorosas
sacerdotisas de Satán, Jeanne-Marie Bouvier
(Madame Guyon) iba a ser superada por una astuta,
oportunista e implacable mujer de negocios llamada
Catherine Deshayes, también conocida como
LaVoisin. Aquí había una cosmetóloga que, mientras
practicaba abortos y vendía los más efectivos venenos
a damas deseosas de librarse de sus maridos o
amantes, encontró en los espeluznantes relatos de las
.messes noir. una genial idea capitalizadora.
Seria correcto decir que 1666 fue el año de la
primera misa negra .comercial.. En la región al sur
de St. Denis, conocida hoy como LaGarenne,
LaVoisin compró una inmensa mansión flanqueada
por altos muros, adecuándola con despensas, celdas,
laboratorios y... una capilla. Para la realeza y otros
diletantes menores, pronto sería de rigueur asistir y
participar en el mismo tipo de servicio previamente
mencionado en este capitulo. El fraude organizado
perpetrado en éstas ceremonias ha quedado marcado
en la historia de manera indeleble como la .verdadera
misa negra..
Cuando LaVoisin fue arrestada el 13 de Marzo de
1679 (en la Iglesia de Nuestra Señora de las Buenas
Nuevas, para más señas) la suerte estaba echada. Las
actividades degradadas de LaVoisin habían sofocado
la majestad del Satanismo para mucho rato.
La siguiente moda del .Satanismo por juego y
diversión. apareció en Inglaterra a mediados del siglo
XVIII en la forma de la Orden de los Franciscanos de
Medmanham de Sir Francis Dashwood, conocido
popularmente como el Club del Fuego del Infierno o
Hell-Fire Club. Mientras eliminaba la sangre y las
velas hechas de grasa de niño de las misas del siglo
anterior, Sir Francis se las arregló para conducir
rituales repletos de buena y pícara diversión, y
ciertamente proveyó a muchas de las luminarias de la
época con una variante inofensiva y colorida de
psicodrama. Una actividad palalela bastante
interesante de Sir Francis, que nos puede dar una idea
del ambiente y calidad del Club del Fuego del
Infierno, era el llamado Club Dilettante, del cual Sir
Francis era fundador.
Sería el siglo XIX el que trajo consigo un
encubrimiento del Satanismo, llevado a cabo por los
débiles intentos de magos .blancos. tratando de
practicar magia .negra.. Este fue un período muy
paradójico para el Satanismo, con escritores tales
como Baudelaire y Huysemans quienes, a pesar de su
obsesión aparente con el mal, parecían buenas
personas. A ojos del público, el Diablo desarrolló su
personalidad Luciferina, y evolucionó gradualmente
hasta convertirse en un caballero de salón. Esta fue la
era de los .expertos. en las artes negras, tales como
Eliphas Levi e innumerables médiums quienes, con
sus espíritus y demonios cuidadosamente amarrados,
lograron atar las mentes de muchas personas que
hasta el día de hoy se llaman a sí mismos
¡parapsicólogos!.
En cuanto al Satanismo, lo más cercano que hubo
fueron los ritos neopaganos llevados a cabo por la
Orden Hermética del Alba de Oro (Hermetic Order
of the Golden Dawn) y después por dos órdenes
fundadas por Aleister Crowley, la Orden de la
Estrella Plateada (A.·. A.·. .Astrum Argentuum) y
la Orden de los Templarios Orientales (O.T.O.)
quienes, a pesar de que el mismo Crowley se
identificaba como la Bestia del Apocalipsis, niegan
paranoicamente hasta el día de hoy cualquier
conexión con el Satanismo.. Aparte de alguna que
otra poesía más bien agradable y un conjunto de
parafernalia mágica, cuando no se dedicaba a escalar
montañas, Crowley pasaba la mayor parte de su
tiempo como un posudo por excelencia, y que
trabajaba horas extras para ser lo más malo posible.
Al igual que su contemporáneo, el Reverendo
Montague Summers, Crowley pasó gran parte de su
vida con su lengua metida entre la boca, pero sus
seguidores hasta el día de hoy parece que de alguna
manera son capaces de leer significados esotéricos en
cada una de sus palabras.
Paralelamente con estas sociedades, estaban los
clubes de sexo que utilizaban al Satanismo como un
gancho .costumbre que persiste hasta la fecha, y
por lo cual deberían estar agradecidos los reporteros
de periódicos baratos y amarillistas.
Parece que la misa negra evolucionó de una
invención literaria de la Iglesia, a una manera
depravada de ganar dinero, a ser un psicodrama para
diletantes e iconoclastas, convirtiéndose luego en un
as bajo la manga para los medios de comunicación
populares... si ésto es así, ¿cómo es que encaja en la
verdadera naturaleza del satanismo .y quién
practicaba la magia satánica en los años anteriores a
1666?
La respuesta a este acertijo yace en otro. ¿Está la
persona que generalmente es considerada como
Satanista, practicando el Satanismo en su verdadero
significado, o lo hace desde el punto de vista tomado
por los fabricantes de opiniones de la persuasión
celestial? Siempre se ha dicho, y de justa manera, que
todos los libros escritos sobre el diablo han sido
escritos por los agentes de dios. Por consiguiente, es
muy fácil entender cómo surgió cierta especie de
adoradores del diablo, a través de las invenciones de
los teólogos. Este personaje .malo. no está
necesariamente practicando Satanismo verdadero.
Tampoco es la encarnación viviente del elemento de
orgullo desenfrenado, o de majestad del ser, que el
mundo postpagano dio a la definición clerical de lo
que era malo. Por lo tanto, es el producto de una
propaganda mucho más tardía y elaborada.
El pseudo-Satanista siempre se las ha arreglado
para aparecer a lo largo de la historia moderna, con
sus misas negras de distintos grados de blasfemia;
pero el Satanista verdadero rara vez es reconocido
como tal.
Sería una simplificación extrema el decir que todo
hombre y mujer de éxito que hay en la tierra es, sin
saberlo, un Satanista practicante; pero la sed de éxito
terrenal y sus beneficios son argumentos suficientes
para no contar con la aprobación de San Pedro. Si la
entrada de un rico al cielo es algo tan difícil como el
intento del camello de pasar por el ojo de una aguja;
si el amor por el dinero es la raíz de todo mal;
entonces por lo menos debemos suponer que los
hombres más poderosos sobre la tierra son los más
satánicos. Esto se aplicaría también a banqueros,
industriales, papas, poetas, dictadores, y cualquier
vocero y mariscal de campo de las actividades del
mundo.
Ocasionalmente, a través de varios .nexos.,
siempre se hallará que a los hombres y mujeres más
enigmáticos de la historia se les ha acusado de haber
.practicado. las artes negras. Estos, por su puesto,
salen a la luz como los .hombres enigmáticos. de la
historia. Nombres como Rasputin, Zaharoff,
Cagliostro, Rosenberg y otros por el estilo son
eslabones .o rastros por así decirlo., del verdadero
legado de Satán... un legado que trasciende cualquier
diferencia étnica, racial y económica, lo mismo que
trasciende ideologías temporales. No importa bajo
qué nombre se le conozca, el Satanista siempre ha
dominado la Tierra... y siempre lo hará.
Una cosa es segura: los parámetros, filosofías y
prácticas expuestas en estas páginas son utilizadas
por los humanos más autoconscientes y poderosos
sobre la Tierra. En los pensamientos secretos de cada
hombre y mujer aún motivados por mentes claras e
inquietas, reside el potencial del satanista; como
siempre ha sido. El signo de los cuernos aparecerá
ante muchos, en lugar de a unos cuantos ; y el mago
dará un paso al frente para ser reconocido.
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